About Alessandro D'Avenia: Alessandro D'Avenia is a Italian writer, teacher and screenwriter.
Una vida sin sueños es un jardín sin flores, pero una vida de sueños imposibles es un jardín de flores falsas...
„Dva su načina na koja gledamo lice druge osobe. Jedan je da gledamo oči kao dio lica. A drugi, gledamo u oči i to je to, kao da su one lice. Takvih se stvari čovjek jednostavno preplaši. Jer oči su život u malome.
Es normal tener miedo. Como también es normal llorar. Eso no es ser cobarde. Ser cobarde es hacerse el tonto, volver la cara hacia otro lado. Eludir las cosas.
Lo que hay después de la muerte me da miedo. Y aún me da más miedo que después no haya nada. Y me da miedo Dios, que es omnipotente. Y me dan miedo el mal y el dolor.
L'amore non esiste per renderci felici, ma per dimostrarci quando sia forte la nostra capacità di sopportare il dolore.
—¿Qué tal? —le pregunto. —Más o menos, ¿y tú? —Mal, no me han dejado donar sangre para Beatrice. —¿Y eso? —Si eres menor de edad necesitas una autorización. —Me parece normal, puede ser peligroso... —¡Cuando hay amor todo es p...
: blanco. De ella deriva la palabra «luz». : sangre. De ella deriva la palabra «hematoma» (grumo de sangre). De la unión de esas dos palabras espantosas se obtiene otra todavía más terrible: . Así se denomina el tumor de la sangre. Un nombre ...
¿Por qué Roma, Alejandría y Bizancio fueron quemados por sus conquistadores? [...] Esta es la respuesta. Incinerar los sueños. Quemar los sueños es el secreto para abatir definitivamente a nuetros enemigos, de modo que ya no tengan fuerzas para ...
Pero el amor es otra cosa. El amor no da paz. El amor es insomne. El amor es elevar a potencia. El amor es veloz. El amor es mañana. El amor es tsunami. El amor es rojosangre.
—¿A ti no te gusta que te miren? —Sí... muchísimo... pero no quiero forzar a nadie a mirarme, y una mujer sabe cómo forzar. En cambio, hay mujeres que prefieren esperar a una persona que esté allí solo para ella y desee descubrirla poco a p...
Total: creo que tengo que hacerme más evidente, así los demás me verán mejor. Estoy cansado de ser anónimo. Beatrice no necesita nada de eso, tiene el pelo rojo y los ojos verdes. Con eso le sobra y basta para contar cuánto sabe amar y lo pura ...
Paro porque mi voz se quiebra, porque en un instante la imagen de Beatrice que ya no puede más barre todas aquellas palabras, de Beatrice que en silencio cierra los ojos porque ya no puede más. Y no los vuelve a abrir. Y entonces todo el mundo que ...
Y ahora todos los trozos de mi alma se están hundiendo en la corriente y cada uno se marcha por su lado y nadie podrá ya recogerlos: nadie. Me hundo en cada uno de aquellos trozos de papel. Me hundo un millón de veces. Ahora ya no existe mi alma, ...
En mi interior hay alguien que solo está esperando eso, alguien que quiere salir, pero que permanece agazapado, se defiende y tiene miedo de mostrarse como es, pues si sale expondría al otro de pelo desgreñado y mirada de listo, y lo expondría co...
—Ella ahora está pálida. Ha perdido su pelo rojo, el pelo por el que me enamoré. Y yo ni siquiera me atreví a hablar, a ayudarla, a preguntarle cómo estaba. La vi así y huí. Huí como un cobarde. Estaba convencido de amarla, estaba convencid...
—Regalar nuestro dolor a los demás es el acto de confianza más hermoso que puede hacerse. Gracias por la clase de hoy, Leo. Hoy el profe has sido tú.
—¡Pero yo he huido! ¡Yo, que tendría que ser capaz de morir por ella con tal de que se cure! El Soñador me mira. —Te equivocas, Leo; la madurez no se ve en el deseo de morir por una causa noble, sino en el deseo de vivir humildemente por ella...
—Después le regalé una estrella. —¿Qué hiciste qué? —Que le regalé una estrella, la más luminosa en aquella noche sin luna: Sirio, la única estrella que puede verse desde cualquier lugar habitado e la Tierra y capaz, en una noche sin lu...